Un despertar mágico

Domingo 8 de septiembre por la mañana

Me desperté como en un sueño, había dormido de maravilla, bueno cualquiera podría haber dormido de maravilla con esta cama Ocean, y eso que esto era solo temporal. La cama tenía un sistema de masajes en la espalda, la capacidad de almacenar el calor y estar a la temperatura ideal, un olor soñoliento se percibía en el ambiente y sonaba una canción relajante. Por eso me costó despertarme hoy... En la mesita que había enfrente de los sofás me encontré un delicioso y espectacular desayuno. De pronto me di cuenta de que estaba hambrienta y me abalancé hacia el él. Miré el reloj holográfico, eran las 10:00 am la primera vez que no madrugaba. Cuando terminé de desayunar y estaba tirada en el sofá viendo la tele llamaron a la puerta. Era Alice.

 

-Adelante- dije. Entró tan profesional como siempre. Se sentó conmigo en el sofá, me entregó el contrato que tenía que leer y firmar y sacó su holotableta para mirar conmigo mis proyectos de 2055 y mi papel en la empresa. No os voy a detallar mi contrato, solo diré que pagaban una fortuna; 73 millones de dólares al año para ser exactos. También decía que podía abandonar si quería pero que perdería parte de la fortuna, no pensaba irme de todos modos... El resto eran cosas muy técnicas legales que tuve que mirar bien antes de firmar. Firmé. Estaba dentro de Ocean oficialmente.

 

Empecé a hablar con Alice, me dijo que había varios tipos de estrellas Ocean: cantantes, modelos, actrices, funcionarios, diseñadores y multi. Me dijo que mis notas tan espectaculares habían determinado que yo era una multi. Os explicaré, los multis son personas que hacen tres o cuatro profesiones a la vez, como la famosa Elena, que no solo es actriz. Al final quedamos en que grabaría dos películas como protagonista, una romántica llamada "el sentimiento más fuerte" y otra cómica titulada "una espía poco profesional". También grabaría un disco (todavía no tiene título) y haría de modelo para una nueva línea de ropa y 18 productos. Todo esto sería estrenado en el mes de junio de este año. Iría al colegio "Blue Star" la sexta escuela (de diez) de Ocean para gente famosa. Es el colegio más prestigioso donde van las mayores celebridades de Ocean. Cuando terminamos me dijo que me fuese a casa a despedirme de mis padres y hermanos, no tenía que hacer maletas pues lo tenía todo nuevo, y que el resto de la tarde la tenía libre, que me relajase y disfrutase después de tanto esfuerzo. 

 

Y eso hice. Le pregunté a Alice que cómo podía llegar y ella sin previo aviso me entregó una llave azul. Venía con un llavero con el logo de Ocean. La llave no era de esas antiguas que se usaban para abrir las puertas. Era un cuadradito con un botón en medio. Pulsé el botón, miré hacia la ventana y vi una cápsula individual Ocean último modelo. Era de un color azul-plateado, con el techo de cristal plegable y piloto automático. Como todas las cápsulas individuales Ocean, esta funcionaba con energía solar, pues Ocean es una marca muy ecológica. Bajé tan rápido como me lo permitían mis tacones y llegué a la zona de transporte. Allí aparecía una placa con mi nombre detrás mi cápsula. Me acerqué a ella lentamente y la puerta se abrió automáticamente, no hizo falta que Alice me explicase nada, pues había estudiado los transportes Ocean para los exámenes. Me despedí de ella y salí volando. 

 

El interior era aún mejor que el exterior, estaba ocupado por un sofá de terciopelo azul, una mesita con comida y bebida y otra mesa más grande para trabajar, maquillarse... A la derecha había un teclado holográfico desde donde se podía controlar la cápsula manualmente o ponerla en piloto automático indicando tu destino. En frente había una enorme pantalla holográfica donde se podía ver películas, buscar información, jugar a juegos... Las paredes y el techo eran transparentes por lo que se podía ver la ciudad desde el aire, pero claramente por fuera los cristales eran opacos y no se podía ver el interior. Indiqué la dirección de mis padres y puse el piloto automático. Era increíble, nunca había volado tan alto en una cápsula individual. Me serví una bebida, me acomodé en el sofá y me puse a contemplar el paisaje. Los edificios pasaban a toda velocidad, las personas no eran más que manchas, el mundo se veía tan pequeño...

 

De pronto la cápsula aterrizó, había llegado. Se me había echo muy corto, acostumbrada a largas horas en el flotabús. Temblorosa, puse los pies en el suelo otra vez. Subí a mi casa como tantas otras veces lo había echo a lo largo de mi vida. El mismo edificio sucio y mugriento, las mismas 476 escaleras estrechas que había hasta llegar al 4 y la misma puerta pequeña que había al fondo a la izquierda. Pero cuando entré por la puerta me quedé completamente alucinada. Estaba todo cambiado, todas las letras del cuarto se habían unido en una sola, mi casa. Todo estaba amueblado con productos Ocean de hogar. Mi madre salió radiante, siempre había querido este lujo, era como mi hermana. Mi padre también vino a darme un abrazo, eso si que lo echaría de menos, los abrazos de mi padre, cuando me daba un abrazo es que había hecho algo bien. Mi hermano estaba en el salón jugando a un videojuego y mi hermana estaba en su habitación con su nuevo móvil y ni se dignó a mirarme ni a saludarme. Mi madre siempre había pensado que el mérito de todo esto era suyo y mi hermana se aprovechaba. Mi hermano simplemente pasaba, donde hubiese videojuegos... 

  

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